Después de un intenso, pero divertido calentamiento, comenzó el trabajo específico de judo para competición, con una duración aproximada de una hora y cuarto. Tras un corto descanso para beber y recuperar el aliento, pasamos a trabajar “jujitsu tradicional”, definición de aquellas técnicas que tenemos un poco olvidadas debido al extenso trabajo que realizamos con vistas a la competición. Es decir todo aquello casi olvidado y que solo se entrena para exhibiciones y exámenes. También se demostraron varias soluciones para la calle y profesionales.
Para finalizar la jornada disfrutamos de media hora de kumite. Aquí la participación fue voluntaria, ya que se trabajaba con contacto, cosa que a algunos no parece gustarles mucho.
A medida que transcurría el entrenamiento y subía la intensidad, empezaron las deserciones, unas por trabajo y otras por las excusas más absurdas y rebuscadas. Hasta un total de trece, sobre todo en la última media hora. ¿Por qué será?
Y ya por último, los 14 que nos desplazamos de Alicante y Calpe nos hicimos a coro la misma pregunta: ¿Dónde está Wally?
A continuación una pequeña galería fotográfica.
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