Doloroso recuerdo de un 11 de junio de 1992. Fatídico día en el que
nos dejó, cuando debería haber sido participe de los logros y alegrías de sus discípulos.
En mayor o menos medida, todos los que decidimos seguir tus pasos, pero en especial
los incondicionales tuyos, hemos seguido guardando viva tu memoria.
SIEMPRE CON NOSOTROS.
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